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Peste Porcina Africana: proteger a nuestros cerdos es proteger nuestro trabajo

Peste Porcina Africana: proteger a nuestros cerdos es proteger nuestro trabajo

Desde Agrosolmen, como empresa comprometida con la sanidad animal, el bienestar de las explotaciones ganaderas y la sostenibilidad del sector porcino, consideramos fundamental ofrecer información clara y útil sobre los principales riesgos sanitarios que pueden afectar a las granjas. Uno de los más relevantes en la actualidad es la Peste Porcina Africana (PPA), una enfermedad que exige máxima atención y responsabilidad por parte de todos los agentes implicados.

En este artículo, desde Agrosolmen indicamos algunas pautas clave de prevención y concienciación, con el objetivo de ayudar a proteger a los animales, minimizar riesgos y contribuir a la estabilidad económica del sector.

La Peste Porcina Africana (PPA) es una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta exclusivamente a los cerdos, tanto domésticos como jabalíes. Es importante remarcar que no se transmite a las personas ni supone un riesgo para la salud humana, pero su impacto sobre las explotaciones puede ser devastador, provocando altas tasas de mortalidad, sacrificios obligatorios y restricciones de movimiento que afectan gravemente a la actividad ganadera.

Hablar de Peste Porcina Africana es, por tanto, hablar de prevención, responsabilidad y compromiso con el futuro del sector porcino.

¿Por qué la Peste Porcina Africana es tan peligrosa?

La peligrosidad de la PPA se explica por una combinación de factores que la convierten en una amenaza difícil de controlar:

  • No existe vacuna disponible en la actualidad.

  • No hay tratamiento eficaz una vez que el animal se infecta.

  • Presenta una alta capacidad de supervivencia en el medio ambiente.

  • Se transmite con enorme facilidad, incluso de forma indirecta.

El virus puede llegar a una explotación a través de vehículos, ropa, calzado, herramientas, equipos de trabajo, alimentos contaminados o restos de comida. También puede introducirse mediante el contacto con jabalíes infectados, que actúan como reservorio natural de la enfermedad.

Esto significa que no es necesario que entre un animal enfermo en la granja para que exista contagio. Un simple descuido en las medidas de bioseguridad puede ser suficiente para introducir el virus.

Un pequeño error puede tener grandes consecuencias

Uno de los mayores riesgos de la PPA es que, en muchas ocasiones, el contagio se produce por falta de concienciación o por la relajación de medidas preventivas. Accesos sin control, visitas innecesarias, ropa no desinfectada o el uso compartido de materiales pueden abrir la puerta a una enfermedad que, una vez dentro, es extremadamente difícil de erradicar.

Por eso, la prevención no debe entenderse como una obligación puntual, sino como una rutina diaria integrada en el manejo de la explotación.

La bioseguridad: la mejor defensa frente a la PPA

Ante la ausencia de vacuna y tratamiento, la bioseguridad es la principal y más eficaz herramienta de protección. Aplicar correctamente unas medidas básicas puede marcar la diferencia entre una granja segura y una explotación en riesgo.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Lavarse y desinfectarse correctamente antes de acceder a la granja.

  • Utilizar ropa y botas exclusivas para el interior de la explotación.

  • Controlar estrictamente el acceso de personas y vehículos.

  • Evitar la entrada de visitantes no autorizados.

  • No suministrar restos de comida a los cerdos.

  • Mantener a los animales alejados de jabalíes o cerdos de origen desconocido.

  • Extremar la limpieza y desinfección de materiales y equipos.

  • Avisar de inmediato al veterinario ante cualquier signo sospechoso.

Síntomas como fiebre elevada, debilidad, pérdida de apetito, manchas hemorrágicas en la piel o mortalidad repentina deben ser motivo de alerta inmediata. La detección precoz es clave para reducir daños.

Proteger a los cerdos es proteger la economía local

La Peste Porcina Africana no afecta únicamente al ganadero. Su impacto se extiende a toda la cadena productiva: transporte, industria cárnica, comercio y empleo rural. Un brote puede provocar restricciones comerciales, pérdidas económicas generalizadas y una grave inestabilidad en el sector.

Por ello, cuidar la sanidad animal es cuidar la economía de nuestra comunidad. Cada explotación que refuerza sus medidas de prevención está contribuyendo a la protección del conjunto del sector porcino.

La importancia del ambiente en la granja

Además de las medidas clásicas de bioseguridad, cada vez cobra más importancia el papel del ambiente dentro de la granja. Un entorno limpio, bien ventilado y correctamente gestionado reduce el estrés de los animales y fortalece su sistema inmunológico, haciéndolos más resistentes frente a enfermedades.

La acumulación de patógenos, la mala calidad del aire o unas condiciones ambientales deficientes pueden debilitar a los animales y favorecer la aparición de problemas sanitarios. Por el contrario, mejorar el ambiente en la explotación es una inversión directa en salud animal y productividad.

Tecnología EBD como apoyo a la prevención

En Agrosolmen creemos firmemente que la innovación es una herramienta clave para avanzar hacia una ganadería más segura y sostenible. En este contexto, la tecnología EBD se posiciona como una herramienta indirecta de prevención frente a enfermedades como la Peste Porcina Africana.

Aunque no sustituye a las medidas de bioseguridad, la tecnología EBD contribuye a mejorar el ambiente en la granja, reduciendo la carga ambiental y creando condiciones más favorables para el bienestar y la resistencia de los animales. Un entorno más saludable ayuda a minimizar factores de riesgo y refuerza el estado general del ganado.

La prevención está en nuestras manos

Hoy, frente a la Peste Porcina Africana, el mensaje es claro: no hay vacuna, pero sí existe una defensa eficaz basada en la prevención, la bioseguridad y el compromiso diario.

Cada acción cuenta. Cada medida aplicada correctamente protege no solo a los animales, sino también el trabajo de quienes viven del sector porcino y el futuro de nuestras explotaciones.

Proteger a nuestros cerdos es, en definitiva, proteger nuestro trabajo, y desde Agrosolmen seguimos apostando por soluciones que suman en salud, sostenibilidad y tranquilidad para el sector.

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